Respecto al texto de Alejandra Bosco, Profesores y estudiantes haciéndose competentes con las TIC: una visión global, el mismo da cuenta de la necesidad de formarnos permanentemente ante una sociedad que continuamente presenta cambios. En este contexto de transformaciones constantes, las TIC ocupan un papel importantísimo, y formarnos para utilizarlas de una manera adecuada, se nos presenta casi como un imperativo. Pero esta formación debe contemplar una perspectiva crítica respecto a su uso; se trata de aprender a dar sentido a la información que constantemente recibimos. En cuanto al rol como educadores, esto mismo debemos transmitírselo a nuestros alumnos, a la par de fomentar la incorporación de las TIC dentro del aula. No obstante, en este texto se pretende demostrar que la sola inclusión de estas tecnologías no basta para producir un cambio en la escuela, si no que darse acompañado de otras mejoras. Entre ellas, debe estar presente la necesidad de desarrollar nuevas competencias que abarquen tanto al profesorado como al alumnado.
Por otra parte, la autora también aborda al final de su trabajo, las dificultades con la que se enfrentan los docentes cuando se trata de incorporar las TIC a las escuelas. Por último, se sugieren una serie de acciones que le permitirán al docente ir introduciendo ciertos cambios en el quehacer cotidiano, orientado a la incorporación de las TIC.
A continuación, se presentará una síntesis de este trabajo donde podrán verse amplioadas algunas cuestiones.
Alejandra Bosco: Profesores y estudiantes haciéndose competentes con las TIC: una visión global
Introducción
Este trabajo formula una serie de competencias “tecnológicas” para la llamada Sociedad de la Información que tanto educadores como estudiantes debemos desarrollar.
1- Sobre la sociedad en que vivimos: cambio continuo, omnipresencia de las TIC y mucha información
Los continuos avances científicos, los cambios en el medio laboral que conllevan la necesidad de una formación permanente así como la omnipresencia de los medios de comunicación de masas e Internet, son de manera inequívoca atributos presentes de la sociedad de hoy.
La producción continua de conocimientos científicos, por ejemplo, es consecuencia en parte de la rápida y ágil interacción que la tecnología permite entre diferentes grupos de investigadores.
Nada es como era y todo se modifica rápidamente. Todo esto, implica una actualización permanente de los conocimientos a adquirir, nada más que para entender o simplemente funcionar en el mundo en el que vivimos. Hoy se encuentra al alcance de cualquiera de nosotros una cantidad inmensa de información. Pero esto, implica desarrollar o adquirir las habilidades necesarias para la selección y dotación de sentido. Además, trabajar hoy, también implica aprender de manera permanente.
En este contexto, es preciso preguntarse cómo estamos preparando a los niños, niñas y jóvenes, y cómo nos estamos preparando nosotros mismos como educadores para gestionar ese cambio continuo, más ese incremento exponencial de información y soportes tecnológicos, sin olvidar el desarrollo de una actitud crítica que nos lleva a analizar por qué nos vemos sometidos al imperativo tecnológico. Ese imperativo que nos hace aceptar sin ninguna crítica, cualquier nueva tecnología sin saber si comporta o no una mejora real para nuestra vida o nuestro trabajo.
2- Sobre la educación que tenemos: mucha información, poco conocimiento, nada de tecnología
Dado que cualquier educación que de precie de tal debería brindar a los estudiantes las oportunidades adecuadas para el desarrollo de los conocimientos y las capacidades necesarias para vivir y trabajar en la sociedad a la que pertenecen. Y dadas las características señaladas para el mundo actual, parece un requisito fundamental fomentar en el alumnado hábitos y actitudes que le permitan:
1- Seguir aprendiendo durante toda su vida;
2- Aprender a dar significados a la información de que disponen;
3- Interactuar con los distintos tipos de soportes en los que aquella se presenta.
Además, nosotros como educadores necesitamos habilidades similares, para lo cual probablemente debamos modificar alguno de nuestros esquemas de actuación. Quizás pueda resultar de utilidad preguntarnos si la escuela que tenemos tiene posibilidades de responder a este reto.
3- Sobre la educación que necesitamos: más autonomía, nuevos roles, otras pedagogías, más tecnología
Distintos organismos, consideran que uno de los aspectos más importantes, es la inclusión de las tecnologías más actuales. No obstante, éstos consideran que las TIC pueden potenciar un cambio en la escuela, sólo si son acompañadas de otras mejores como:
a) Una estructura escolar más flexible desde el punto de vista organizativo. Que tenga mayor autonomía para resolver distintos problemas, sin estar supeditada a lo administrativo y dando más protagonismo a su comunidad de base: estudiantes, profesores, padres;
b) Un nuevo rol para los docentes, que los ponga en el lugar de facilitadores de la construcción del conocimiento en un mundo donde éste muta rápidamente y donde se hace imposible saberlo todo;
c) Una organización de redes de aprendizaje que permita abrir los centros educativos a la comunidad;
d) Una nueva manera de entender la evaluación;
e) Un currículum más flexible para garantizar la individualización del aprendizaje. Asimismo, la escuela no tendría que ser el único sitio de aprendizaje para los estudiantes;
f) Más recursos en infraestructura física, es decir, más y mejores aparatos y conexiones. Sin este incremento, será muy difícil la utilización de las TIC.
4- Sobre las competencias a desarrollar
Las competencias implican el desarrollo de capacidades, no tan sólo la adquisición de contenidos puntuales y descontextualizados. Suponen la capacidad de usar funcionalmente los conocimientos y habilidades en contextos diferentes para desarrollar acciones no programadas previamente. Las TIC como tales, son utilizadas siempre con un fin diferente a ellas mismas, y por tanto, incluyen competencias que las trascienden.
4.1- Sobre las competencias del profesorado
En consonancia con la sociedad actual, un docente es un profesional que requiere un cúmulo de habilidades para ayudar a desarrollar el aprendizaje autónomo del estudiante. La función del docente es facilitar aprendizajes, propiciando las condiciones más acertadas, proporcionando actividades, sugiriendo o proponiendo recursos y materiales necesarios para lograr los objetivos planteados. Supone, un tipo de aprendizaje activo, comprometido, no directivo o no dirigido desde fuera, significativo y centrado en el estudiante.
Esto implica que el docente tiene una visión integrada del conocimiento. Pero además, que con él establece una relación, una interacción más amplia y polivalente. Además, debe cambiar la forma en que se da la adquisición del conocimiento, debe ser una cuestión no de la formación inicial, sino de formación permanente. El conocimiento de un saber pedagógico debe permitir utilizar metodologías o estrategias alternativas para gestionar esos procesos de aprendizaje identificando los diferentes momentos, las aproximaciones diferentes de cada estudiante y sus estilos de aprendizaje, aplicando formas de evaluación acordes y utilizando los recursos tecnológicos disponibles. En este sentido, es importante apropiarse de la tecnología en función de nuestros intereses, lo cual es muy distinto a ser un mero usuario de ella. Y a partir de esa apropiación con sentido, es que deben integrarse al aprendizaje como ayudas. Con entender la tecnología, se hace referencia a que su uso es elegido en función de situaciones particulares de aprendizaje.
4.1.1- Competencias instrumentales
Estas competencias son aquellas que permiten un uso práctico autónomo de la tecnología en su unidad indivisible de “hardware” y “software”, lo que podría traducirse en el manejo del ordenador, la cámara de video, de televisión, un escáner, etc. así como los programas que permiten su funcionamiento.
4.1.2- Competencias cognitivas
En esta categoría de competencias podemos incluir todas aquellas relacionadas con un uso profesional, inteligente, contextualizado de las TIC. Se trata de conocer las posibilidades de utilización de las TIC en la diversidad de tareas que desarrollamos como docentes. Es decir, se trata de poder evaluar hasta qué punto dadas las posibilidades de un recurso me resulta útil, mejor o peor para desarrollar mi docencia.
4.1.3- Competencias actitudinales y políticas
Este tipo de competencias tienen que ver con desarrollar actitudes positivas hacia este tipo de recursos que a la vez no recaigan en usos acríticos. A veces es mejor usar un medio convencional que las TIC, esto depende del contexto, del docente, de su metodología, etc.
Las competencias políticas tienen que ver con evaluar las transformaciones que la tecnología introduce en nuestras vidas.
4.2- Sobre las competencias del alumnado
Las competencias a promover en relación al alumnado giran alrededor de la posibilidad de desarrollar un aprendizaje autónomo. El primer reto, tiene que ver con promover su capacidad de formularse problemas y hacerse preguntas, los cuales le ayudarían a marcarse sus objetivos de aprendizaje.
En segundo lugar, parece importante hacer hincapié en el desarrollo de todo tipo de estrategias de aprendizaje.
4.2.1- Competencias instrumentales y cognitivas
Respecto a las competencias instrumentales, éstas no difieren mucho de las planteadas para el profesorado. Básicamente, se trata de ser un usuario eficaz y en lo posible eficiente de cualquier tecnología digital. Por su parte, las cognitivas implican, al igual que para el profesorado, el uso inteligente de de las tecnologías.
En definitiva, se trata de competencias que permiten dar sentido a la información. Lo cual, no sólo nos hace más críticos, sino que también nos permite desarrollar diferentes maneras de expresarnos.
4.2.2- Competencias actitudinales y políticas
Por lo general el alumnado, al menos el que vive en el mundo económicamente desarrollado, dado que ha nacido en una sociedad mediática, Internet incluida, suele tener una disposición positiva al uso de las tecnologías. Aunque utilizan estas herramientas, más en su tiempo de ocio que para su desarrollo académico. Por lo tanto, cabe promover el desarrollo de una actitud que vea en las TIC un aliado para el estudio, para la indagación crítica, analizando la información y buscando los medios más adecuados para presentar los resultados del aprendizaje.
En cuanto a la competencia política, se deriva también de la cognitiva. Se trata de ir más lejos de la información que me presenta un medio y poder sacar conclusiones que infiero mucho más allá de lo que se me presenta como evidente.
5- Sobre los posibles problemas a enfrentar
5.1- Las infraestructuras físicas
Uno de los principales problemas con que nos encontramos para la utilización del entorno virtual fue la falta de recursos informáticos actualizados en algunos de los centros. También fue un factor inhibidor la falta de mantenimiento de estas aulas y la falta de competencias de cada escuela para gestionar un servidor propio donde alojar el sistema desarrollado.
5.2- Las representaciones de lo que es aprender
La mayoría del alumnado, padece la falta de hábitos de trabajo autónomo. En este contexto, querer promover un tipo de aprendizaje donde el rol del estudiante es crucial y muy comprometido tanto desde lo cognitivo como desde lo emocional, es un paso difícil que requiere tiempo y ejercicio y que indudablemente será un obstáculo ineludible e irrenunciable en el desarrollo de competencias para la sociedad actual.
5.3- Las dificultades que comportan los nuevos roles
Así como los estudiantes presentan dificultades con el desempeño de un rol nuevo, algo similar le ocurre a los docentes.
Dentro de este marco, parece costoso asumir el papel de orientador pero a la vez de investigador-aprendiz. Los docentes estamos acostumbrados a tener “todas” las respuestas sobre una parcela de conocimiento pequeña y un poco anquilosada. En la propuesta de desarrollo de nuevas competencias es muy importante asumir nuevas funciones y roles, en donde todos aprendemos y en donde la posición ventajosa del docente es justamente ser un “aprendiz” con un grado de experiencia mucho mayor que puede transferir gran parte de sus habilidades y estrategias de aprendizaje así como conocimientos que ya haya adquirido más por experiencia de aprendizaje que por ser el experto en un área determinada.
5.4- La organización rígida del espacio y del tiempo
Se trata de una organización de espacio y tiempo vigente en los centros y que atiende a una visión técnico-racional o monocrónica del tiempo, donde tiempo y espacio se consideran lo mismo para todos no importa lo que tengan que hacer. En contraste, encontramos una visión subjetiva o policrónica, más afín con propuestas centradas en el aprendizaje autónomo, donde tiempo y espacio se gestionan en función de lo que haya que hacer en ellos.
6- Por dónde empezar: posibles líneas de acción
· Incorporar las TIC para realizar tareas que ahora mismo se hacen y forman parte de nuestra práctica de enseñanza cotidiana. Esto permitirá comenzar a familiarizarse con las TIC.
· Diversificar los tipos de medios que se utilizan para desarrollar las prácticas de enseñanza integrando la mayor parte de los recursos disponibles, siempre que aporten y tengan sentido en el desarrollo de una propuesta.
· Iniciar un proceso de investigación que permita informarse sobre tipos de recursos y experiencias que se llevan a cabo en la docencia. Esto posibilitará poder juzgar desde una perspectiva propia el valor que pueden tener en el desarrollo de las prácticas de enseñanza concretas.
· Desarrollar experiencias alternativas a la lección tradicional.
· Fomentar en las clases el uso diversificado de medios en donde obtener información. En este sentido, es preciso alfabetizarse y alfabetizar en el uso de medios.
· Promover la expresión de los estudiantes a través de la producción de mensajes en diferentes soportes físicos y simbólicos.
· Crear materiales propios de diverso tipo (multimedia, audiovisuales, etc.) que apoyen el desarrollo de las propuestas de enseñanza.
· Participar y organizar debates en relación a las consecuencias que el uso de las TIC tienen hoy en nuestra sociedad.
No obstante, no es posible desarrollar estas acciones sin encarar un serio proceso de formación permanente. Una formación que además de impartir cursos sobre el hardware o software concretos, permitan reflexionar sobre la enseñanza, de manera de seleccionar o no, producir o no, los materiales que mejor se adapten a cada manera de enseñar.
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